Donde todos eran ricos

Donde todos eran ricos

Existía un pequeñito pueblo, sin nada particular, un pueblo como muchos otros, donde vivían diferentes personas y cada cual desempeñaba su trabajo. Había un carpintero que ponía puertas y hacía sillas y mesas, un panadero que hacía el pan todos los días, un ganadero que ordeñaba las vacas y vendía la leche cada día y así toda una serie de personas con ocupaciones variadas.

El pueblo no funcionaba ni bien ni mal, era algo normal. Todo el mundo se levantaba temprano para trabajar y la mayoría de la gente era buena y deseaba lo mejor para los demás. Cada cual tenía su trabajo, ganaba su sueldo y se gastaba lo ganado en las necesidades de la vida dando así trabajo a otra persona del pueblo.

Al no ser estas personas adineradas, todo el mundo tenía que trabajar. La rutina no es algo agradable y a todo el mundo le gustaría ser rico, así que todo el mundo en el pueblo compraba lotería.

Si sabes algo de estadística sabrás que es una tontería comprar lotería, pero la probabilidad siempre está ahí, y resultó que un día, por cosas del destino, a todo el mundo en el pueblo le tocó el gordo. Desde ese día todos eran ricos. Nadie tendría que volver a trabajar.

Resultó que el panadero al ser rico pensó que no tendría que trabajar toda la noche para tener el pan para todo el pueblo. Igualmente el carpintero pensó que al ser rico no tendría que estar tantas horas lijando madera. El ganadero pensó lo mismo y dejó de ordeñar sus vacas.

El carpintero, sintiéndose liberado del trabajo por el afortunado incidente de la lotería se levantó tarde al día siguiente y pensó que desayunaría churros en el bar. Salió de su casa y se sorprendió al ver que el bar estaba cerrado. Claro, al del bar también le había tocado la lotería y todo el mundo sabe que un hombre rico no se va a levantar temprano para ponerse a hacer churros.

Se quedó con las ganas de comerse unos churros, pero entonces se le pasó por la cabeza que podía comprar una barra de pan recién echa y un poco de jamón y hacerse un buen bocadillo. Se llevó una sorpresa cuando llegó a la panadería y vio que también estaba cerrada. Claro, el panadero también era rico y ahora no trabajaba.

Y así, todo el pueblo dejó de trabajar. Claro, todos eran ricos, no necesitaban trabajar para ganar más dinero porque tenían todo el que pudieran desear.

Sin embargo el carpintero, el primer día de rico no pudo desayunar, y pasó hambre. Al panadero se le rompió una puerta, pero no había ningún carpintero que la arreglase. El ganadero quiso ampliar su pequeña casa ahora que por fin tenía dinero, pero no había un albañil que lo hiciera.

El día que todo el pueblo fue rico, en realidad todos y cada uno de los ciudadanos no pudieron cubrir sus necesidades, y por lo tanto, todos comenzaron a vivir como antes. El panadero tuvo que volver a hacer pan que le dio al carpintero a cambio de que le arreglara la puerta. Y así, todo el pueblo volvió a trabajar para conseguir cubrir las necesidades de sus vecinos. Nada cambió en ese pueblo.

La única ventaja de ser rico es que exista gente más pobre que tú, de tal forma que hagan lo que tú no quieres hacer. Que construyan tu casa por ti, que arreglen tu coche, que preparen tu comida, en definitiva, ser rico no tiene sentido si no hay pobres que quieran trabajar para ti.

Cuando se plantea esto con claridad, ninguna persona decente debería desear ser "rico" porque eso implica que lo que quiere realmente es que haya otras personas "pobres" que trabajen por él.

Luego vendrán los liberales diciendo que realmente quien más se esfuerce es quién se merece ser más rico, y por tanto los pobres son pobres porque quieren, porque no quieren trabajar o no han querido estudiar. Pero esto que parece algo lógico es totalmente falso, porque parte de una premisa incorrecta, y es que no todo el mundo parte desde la misma posición de salida. No se puede comparar la carrera profesional del hijo de un médico y una doctora en matemáticas con la del hijo de un barrendero y una trabajadora del campo, porque no tienen ni los mismos medios materiales ni la misma formación. El día en el que no exista la herencia, y cuando al nacer se quite al niño del lado de sus padres para criar a todos los niños por igual sin condiciones diferentes entonces podremos hablar de quién se merece ser más rico o menos, mientras tanto, hay quien juega con ventaja y los ricos serán cada vez más ricos y los pobres serán cada vez más pobres.

Mientras tanto, yo no quiero ser rico, no quiero que nadie trabaje para mi a cambio de nada, yo ofrezco mi trabajo como uno más. El dinero es sólo una herramienta, nunca debe ser un fin.

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